sábado, 26 de diciembre de 2009

Unas son de cal y otras son de azucar...

la vida es sin duda un acto de malabarismo. Aprender a llevar todo lo que trae no es acto sencillo. Es importante aprender a reir enmedio de las lagrimas y aprender a llorar enmedio de las risas. Es imprescindible agradecer todo lo que la vida da. Lo bueno y alegre, porque nos nutre el alma y lo feo y triste porque nos ayuda a crecer, a cuestionarnos, a ser mejores, a tomar conciencia de lo importante que es EL AQUI Y EL AHORA. La vida siempre nos recuerda que el ayer ya pasó y el mañana es incierto, lo único que se tiene de verdad es el hoy y es en el hoy, donde debemos ser los mejores seres humanos que podemos.Perdonar, aceptar, comprender, escuchar, amar, sonreir,agradecer, esperar lo mejor, dar nuestro mejor esfuerzo en todo lo que hacemos, ser valientes, tener metas, no conformarnos y mirar siempre para adelante. a pesar de que las cosas pueden parecer oscuras...lo importante en la vida es no claudicar.

Se fue -por fin- el 2009. Un año de mucho aprendizaje personal, un año de retos,despedidas inesperadas, tristezas, alegrias y hermosos momentos. No ha sido facil, pero al menos puedo sentirme victoriosa pues mucho lo he logrado superar, y esa es la mayor satisfacción que me queda de este año. Este año con sus pruebas ha servido para dos cosas: re-conocerme y cimentar mi fe en Dios.

Ahora, con todo lo aprendido veremos que trae el 2010. Sin duda será mejor, no por lo que pase, sino porque yo ahora soy más fuertey decidida a luchar por mi felicidad. Muchas gracias 2009 y bienvenido 2010.

lunes, 27 de abril de 2009

Mi despedida

La lluvia recorre mi cuerpo. Siento como marca mis contornos, mis accidentes y en medio de esta comunión con la naturaleza este maldito dolor…
Dolor de no tenerte, dolor de no ser tuya, el dolor de sentirte en mí pero no tenerte aquí.
Te amo. Probablemente alguna vez sentiste este amor que tengo. La mente se me nubla. Recuerdo tus besos, el sabor de tu piel, el deseo de ser siempre tuya. Como me duele.
Quiero olvidarte, sacarte de mi hoy y enterrarte en mi ayer, quitarme el olor de tu piel, exorcizarme de ti, evitar respirar tu mismo aire, dejar de sufrir por tu traición, por tu ausencia.

Me traicionaste de la peor manera que una persona puede traicionar: mintiendo. Me dijiste que siempre serias mío y yo de ingenua que te creí. Sin embargo, tú no eres de nadie, ni siquiera te perteneces a ti mismo, porque eres solo un intento de persona, una ilusión de ser humano. Te odio, creí amarte pero es rabia, rencor, repulsión…es asco.

Siento la lluvia, me invade el temor ¿y si no logro olvidarte? ¿Y si permaneces para siempre en mi como un tatuaje? Lloro. A veces pienso que es inútil tratar de luchar contra esto y cuando empiezo por fin a soltarte me doy cuenta que me gusta ¿quien soy sin este dolor? Me da miedo quedarme vacía.
Caso perdido. Eso me dijo el psiquiatra. ¡Ingenuo! Dice que pido a gritos ayuda pero no me dejo ayudar, que soy masoquista porque deseo sufrir y ser lastimada, que me falta coraje para tomar las riendas de mi vida. Si supiera que amar es un acto de valor, porque amar sin dolor no es amar, amar sin sentirse perdido, a la deriva y sin control no es nada. El amor es darle rienda a suelta al caos.

Pero hoy por fin he visto todo claro. Hoy he tomado decisiones. Hoy decidí ser libre. Sí, renuncio a tu ida, renuncio a ti y a todo esto que me has dejado, a este dolor, a esta rabia. Sí, te dejo con toda tu porquería. ¿Por qué no me brindaste nunca un poco de felicidad? ¿Qué acaso no la merecía? Honestamente ya no importa, estoy aquí diciendo adiós a todo. ¡Adiós soledad!, ¡adiós abandono!… ¡la lluvia! La había olvidado… es cada vez más lejana…ya no me parece una tormenta, cada vez me parece más un susurro, una llovizna… un susurro…silencio.

recordar es volver a vivir...

El calor. El calor la ha puesto de mal humor, pues siempre la conduce a recuerdos que ella ha preferido enterrar, aunque hoy simplemente no es posible dejarlos adentro…el recuerdo de aquella noche la atormenta. ¡Noche de mierda! Piensa. El recordarla le revuelve el estómago. Cómo deseaba volver el tiempo atrás y cambiarlo todo…así, tal vez, las cosas serían diferentes. Si recordar es volver a vivir, no quería recordar jamás. Y peor recordar sola, pues es más doloroso cuando no se tiene a nadie con quien hablar…

Trata de engañar a la mente, así que se dedica a observar todo lo que la rodea. Esta sentada en ese restaurantucho de mala muerte, sobre una silla bastante gastada, de un color café sucio. La mesa es donde apoya los brazos tiene un mantel de flores y colores chillantes que no hacen juego con los cuadros, las sillas o los colores de las paredes, en fin, con nada, haciendo evidente que ella tampoco encaja ahí, pero esta era ahora su vida.

Continúa observando-es eso o recordar- .Hace un recorrido con la mirada y se da cuenta que en una mesa cercana a la suya, se encuentra una pareja de ancianos que a ella le resultan repugnantes. La expresión de total infelicidad en sus rostros, de sentirse atrapados en una rutina sin fin que sólo la muerte los iba a liberar, la hizo tomar conciencia de su patética vida.

Se encontraba sumergida en sus pensamientos, cuando la puerta del restaurante se abrió y apareció una mujer, de estatura mediana, delgada y con una expresión de profunda melancolía, que ella trata de disimular a base de maquillaje, pero que solo lograba acentuar las marcas de los maltratos y desencantos que la vida le brindó. Entró con la mirada ansiosa, como buscando y fue cuando sus ojos y los de ella se encontraron e inmediatamente sintió que todo el cuarto daba vueltas a una enorme velocidad y que en cualquier momento se iba a detener con tanta fuerza que la iba a botar de la silla.

La mujer se dirigió hacia su mesa, con un paso vacilante y ansioso, como queriendo y a la vez no. Por fin llegó, se sentó a la mesa y sin preámbulos le dijo: te extraño. Ella sintió morir, pues también la extrañaba, no había día que no la pensara, que recordara los hermosos momentos compartidos, su calor, su aroma…pero estaba esa maldita noche que opacaba todo.

¿Para qué deseabas verme? Le pregunto de manera tajante. Solo quería verte, le dijo, en un tono dulce pero cargado de un profunda angustia. Bueno, si eso era todo, me voy. Se puso de pie, pero la mujer le tomó por la mano y le dijo con voz entrecortada.: no te vayas, te necesito. Sus palabras retumbaron como bombas en sus oídos, ella también la extrañaba y la necesitaba, pero esa noche maldita no la dejaba en paz. Eso lo hubieras pensado antes, le dijo, ¿Todavía no me perdonas? Le pregunto y ella la miró firmemente a los ojos y presa de un enorme rencor le respondió: no, ¿cómo se puede perdonar a una madre que una noche por conseguir dinero para emborracharse haya vendido a su hija de 15 años a un hombre que la abuso y explotó hasta que se cansó? ¿Cómo quieres que perdone que por esa maldita noche hoy este muerta en vida?

Se levantó y empezó a caminar hacia la puerta, quería huir de ese dolor que le oprimía el pecho. Al llegar a la puerta, no pudo evitar volver la mirada hacia la mesa, para ver por última vez a la mujer que más había amado pero que tanto la había hecho sufrir. La vio desolada, desamparada y vieja, y solo por un instante pensó en correr a sus brazos y decirle que empezaran todo de nuevo, que dejaran el pasado enterrado, pero el rencor era más fuerte que la necesidad de amarla. Respiró profundamente, como queriendo que el aire la hiciera olvidar, abrió la puerta y salió a la calle. Hacia Calor.