martes, 9 de septiembre de 2014

La vida es movimiento

 Porque hay un tiempo para todo, hoy comprendo que ha llegado el tiempo de moverme. Ya tuve mi tiempo de quietud, de tener el corazón agazapado, en espera de que aquello que anhelo me encuentre. Pero la vida siempre habla, solo es cuestión de querer escucharla y aceptar. Hoy sé que ha llegado el momento de moverme, que debo retornar. Yo crecí en el señorío de Cuzcatan y sin duda, me encontré a mi misma en la gran Tenochtitlan. No nos debemos nada México. Hemos quedado en paz.